Es la foto más verano del 98 que existe. Solo que como verán, atrás aparece completamente colado un cartel que dice "huerta" y un espantapájaros. Sí, un espantapájaros miren cuan sofisticada es mi quinta que no sólo tiene un espantapájaros, sino que tiene dos! (además de una huerta, pileta, dos pinos en forma de arco, etcétera). En fin, esos cuatro días de estar en la pileta, jugar al ping-pong, tocar la guitarra, ponerse la ropa de los demás, bailar chayanne sobre una mesada, alagar al kaiser, jugar con los perros, posar mientras nos tirábamos a la pileta, hacer sanguches de colchones, hacernos mimos, tener miedo, flashear espíritus, estornudar todas las noches, llenar el cuarto de carilinas usadas, dolor de pierna, lluvia, ver películas, hacer diábolo, malabares, flashear cosas entre nosotros, charlas grupales, charlas intimas, inventar canciones para el kaiser y román, comer huevos de pascuas, decir la posta de todo, llorar con moulin rouge; creo que fueron unos de los mejores días de el año, riéndonos todo el tiempo, sin peleas, casi sin problemas, aislados de todo. Sí, definitivamente, lo repetiría, y sólo con ustedes. Atte. la amiga imaginaria de alguno.